Por: Héctor Silvestre hijo (hbss30@hotmail.com)
El panorama político nacional continúa su curso y el proceso electoral, pautado para el mes de mayo del año próximo, empieza a tomar forma. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), logró, a finales del mes de abril de este año, llevar a cabo un proceso interno de elección de candidatura presidencial de manera organizada y sin traumas, en el cual resulto beneficiado Luis Abinader, lo que significó un gran paso para el bloque de partidos de oposición que pretenden, mediante agenda común, enfrentar al oficialista Partido de la Liberación Dominicana.
Por su parte, el PLD ha emprendido el camino peligroso hacia una reelección presidencial, mediante reforma forzada a la Constitución. Danilo, que en su campaña de 2012 había prometido hacer "LO QUE NUNCA SE HA HECHO", todo indica terminará haciendo lo mismo que hizo Santana, Báez, Lilis, Vásquez, Trujillo, Balaguer, en síntesis: LO QUE TODO EL MUNDO HIZO.
Bien lo ha dicho el Dr. Leonel Fernández, estaríamos frente, no sólo a un simple aspirante a la reelección, sino ante el "TRUJILLO DEL SIGLO XXI". Por lo que el pueblo debe abrir los ojos ante el peligro que nos asecha, pues, la reelección presidencial, motivaría, aún más, la corrupción y descomposición de las instituciones públicas que ya no aguantan más.
La intromisión del Ejecutivo en los demás poderes (Legislativo y Judicial) es evidente, lo que pone en cuestionamiento nuestro sistema democrático. La elevada deuda pública, la inseguridad ciudadana, alto desempleo y encarecimiento sistemático del costo de la vida, por sólo mencionar algunos temas, descalifican al PLD para continuar manejando la dirección del Estado.
No podemos dejar de mencionar el tremendo revuelo se armó con el reciente anuncio de un posible acuerdo entre el PLD y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). De concretizarse esa alianza, Miguel Vargas cometería una jugada arriesgada, que pondría en juego, no sólo su futuro político, sino la existencia misma del partido del jacho.
De materializarse un pacto de aposento entre el PLD y el PRD; Luis Abinader, el PRM y la Convergencia, que reúne una gama partidos, no podrían dormirse en sus laureles y deben buscar con urgencia una gran alianza con el PRSD y con Hatuey De Camps Jiménez, porque esta unión capitalizaría el descontento de los peñagomista que ni muertos votarían por el candidato del Partido Morado, pero también, y no menos importante, se garantiza la captación del voto antireeleccionista, disperso en las organizaciones progresistas y de la sociedad civil.
Además, Hatuey, con su gran experiencia como estratega, y su credibilidad y fortaleza por su apego a los principios, sería un complemento vital que reforzaría la inexperiencia en asuntos electorales y de Estado de Luis Abinader.
De Camps Jiménez sería una pieza vital para el conjunto de fuerzas opositoras, porque con su presencia en bloque se asegura el desarrollo de una campaña exitosa, no sólo en términos de votos en las urnas, sino también en términos de garantizar la correcta elaboración de una agenda gubernativa acorde a los intereses y al sano desarrollo de la República.
