viernes, 24 de octubre de 2014

LA ANÉCDOTA KENNEDY

En marzo de 1929, Joseph Kennedy, el patriarca fundador de la dinastía Kennedy, narró que una ocasión estaba en la Bolsa de Wall Street haciéndose lustrar sus zapatos y al lado suyo había otro inversionista que también se lustraba el calzado. Kennedy leía un periódico distraídamente, mientras los dos laboriosos boleros conversaban entre sí.

El uno le decía al otro:

-Cuando termine mi trabajo voy a subir a la bolsa a comprar acciones, pues hay una empresa cuyos bonos están subiendo maravillosamente.

Kennedy cuenta que dejo de leer su periódico y, sin que lo notaran, puso atento oído al dialogo de estos "inversionistas de bolsa".

-¿A qué se dedica esa empresa? -le preguntó el uno al otro.

-¡Eso es lo de menos! ¡Lo importante es comprar mientras suben!

Kennedy pagó su lustrada, llamó a su corredor y le dio una sorpresiva instrucción:

-Venda todas mis acciones de bolsa.

-¿Por qué lo hiciste? -le preguntó su mujer cuando llego a casa.

-Porque si un bolero puede decidir en qué invertir, algo mal está sucediendo con la Bolsa de Wall Street.

Se dice que en marzo de 1929, al retirarse de la bolsa, Kennedy hizo el mejor negocio de su vida y no se vio afectado, sino más bien beneficiado, por la debacle del crash solo siete meses mas tarde.

Fuente: La Crisis Económica Mundial, 2008, págs. 24-25. Editorial La Oveja Negra Ltda.


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