Pocas veces, en las últimas décadas, hemos sido testigos de excepción y poder observar a un hombre imponerse ante las adversidades más brutales tal y como lo ha venido logrando el actual presidente de EEUU. Donald Trump es el guerrero de este siglo y en cada batalla muestra su coraje y tenacidad al vencer y someter a sus más intrépidos oponentes.
La agenda de cuestionamientos a su gestión inició desde mucho antes de asumir el cargo, en enero de 2017.
El proceso de destitución o impeached articulado en su contra se diluye y muere por falta de oxígeno ante una gestión que muestra una economía vigorosa acompañada de movimientos militares estratégicos en el exterior que garantizan la hegemonía estadounidense al mismo tiempo en que brinda apoyo y protección a sus aliados en Medio Oriente y el resto del mundo.
En su discurso del pasado miércoles el presidente Trump destacó la independencia energética como un valor agregado de la industria norteamericana y acusó al general Soleimani de contribuir en la capacitación del grupo Hezbollah y de otras fuerzas que fomentan el terrorismo y con ello incentivar "guerras sangrientas", "daños a fuerzas extranjeras" y "ataques a embajadas" y otros blancos estadounidenses.
A pesar de que Trump subrayó el poderío militar de EEUU aprovechó para demostrar su interés en que si Irán cambia su "conducta de agresión" podría recibir apoyo logístico para mejorar su economía y calidad de vida de sus ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario