sábado, 15 de febrero de 2020

Hablemos de clientelismo político...

Por: Héctor Silvestre

Es muy común escuchar quejas motivadas en la cultura clientelar que predomina en la política dominicana y muy en especial en épocas electorales.

Algunos piensan que se trata de un fenómeno nuevo y culpan al oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Otros van un poco más atrás y señalan al Dr. Joaquín Balaguer como el principal responsable de todo esto con la repartición de las famosas fundidas rojas y otros regalos.

La página "Historia Dominicana en Gráficas", de la pluma de Frank Núñez, público un interesante trabajo sobre el proceso electoral de 1924, el cual fue el resultado del fin de la ocupación militar norteamericana que había iniciado en 1916.

Se enfrentaban dos candidatos muy populares y de gran prestigio: Horacio Vásquez Vs. Francisco J. Peynado.

Según el historiador Luis F. Mejía el ambiente electoral previo al 15 de marzo de 1924 era el siguiente: "La noche anterior al día señalado ambos bandos celebraron fiestas en los campos, para reunir a sus adeptos, con sancochos, tragos y cigarros en abundancia. Se bailaba el típico merengue al son de los acordeones. Al amanecer, los directores de los comités rurales llevaron a votar a aquellos campesinos casi todos analfabetos gratificando a cada uno con un clavao (20 centavos)". Fin de la cita.

Los resultados finales del proceso dieron a Vásquez como ganador con "aproximadamente cien mil votos mientras los de Peynado se acercaron a los cincuenta mil".

Saque usted sus propias conclusiones...


FOTO: Francisco J. Peynado y Horacio Vásquez


martes, 11 de febrero de 2020

Un huracán político llamado Donald Trump

Por: Héctor Silvestre

En su más reciente informe sobre el Estado de la Unión, el presidente de EEUU, Donald Trump, dejó claro que es un animal político al mostrarse fortalecido de cara a las elecciones de noviembre de este año, superando obstáculos como la trama rusa y el proceso de destitución en su contra.

En su discurso Trump destacó el fortalecimiento de la economía norteamericana en sus tres años de gestión, al mismo tiempo una dinamización del mercado laboral. La tasa de desempleo en Estados Unidos ronda el 3,5%, es el registro más bajo en 50 años según el Departamento del Trabajo.

Desde 2017 Trump y su equipo de campaña no han dejado de recaudar fondos para reelección. Una reciente encuesta de la firma Gallup afirma que el 49% de los norteamericanos aprueban su gestión.

"Vamos a derrotar de manera aplastante a los demócratas en las elecciones y vamos a mantener el Senado y la Casa Blanca", dijo el presidente en un encuentro reciente con sus seguidores.

El partido Republicano luce más fortalecido que nunca y gira en torno a su único líder: Donald J. Trump.


martes, 4 de febrero de 2020

El hombre del puro

Por: José Manuel Atienza
(Publicado originalmente en diciembre de 2011)

Winston Churchill se fumó unos 300.000 puros a lo largo de su vida. Lo leí en una revista dedicada a los aficionados a este tipo de cigarros. Se cree que este político británico empezó a fumar con 20 años y consumía unos 11 diarios, por lo que esa sería la cifra aproximada de puros que degustó hasta su muerte a los 90 años de edad. Hay una anécdota que se le atribuye con un diplomático. Éste le vino a decir algo más o menos así: "No fumo, no bebo y duermo mucho. Por eso estoy en forma al 100%". Y Churchill le respondió: "Bebo enormemente, duermo poco y fumo puros. Por eso estoy en forma al 200%".

Churchill, entre puro y puro, estuvo más de 50 años en primera línea de la política, y lideró al Reino Unido en una de las etapas más difíciles de Europa, la segunda Guerra Mundial. Sobre todo, cuando su país lideró, con Europa ocupada casi en su totalidad, su oposición a la Alemania nazi. Primer ministro británico, historiador, oficial de la Marina, escritor y artista. Además de Premio Nobel de Literatura y uno de los grandes líderes políticos de Europa. También, uno de los pocos que han dado su nombre a un cigarro puro.

Rajoy también fuma puros. Al menos, una coincidencia que tiene con Churchill. No he leído en ninguna revista cuántos, pero bastante menos que el político británico. Entre puro y puro, lideró el PP en una de las etapas más difíciles para este partido, la que provocó la escasa creencia de los suyos en su propio liderazgo. Sobre todo cuando perdió por segunda vez las elecciones generales. Fumando un puro vio pasar la derrota del PSOE y fumando un puro contempló la crisis económica en la zona euro. Ahora, fumando espera investirse como presidente y nombrar a los miembros de su Gobierno.

Carlos E. Cué escribió hace varias semanas un perfil de Rajoy con reflexiones de algunos compañeros. Uno, de fuera de su círculo de confianza, decía: "Mariano gana a todo el mundo por agotamiento. Él aguanta, aguanta y aguanta, y en este país, eso implica ganar. Yo creo que hasta Zapatero se cansó de criticarle". "Si pocos aguantan hasta un 100%, tú eres capaz de aguantar un 200%", le hubiera dicho Churchill en pleno desembarco de Normandía de haberlo conocido. Ahora a Rajoy le empiezan a llegar los primeros disparos y le toca abandonar la trinchera. Han perecido todos los de la avanzadilla y el momento histórico le empuja a tirarse al barro.

Una de las decisiones más importantes a la hora de fumarse un puro es saber el tiempo del que se va a disponer para ello. Nada más ganar las elecciones, Rajoy pidió media hora a Europa. Quizás, para fumarse uno. La media hora se le está haciendo larga y el puro se lo está acabando, por lo que todo hace indicar que el humo que nos vendió en la campaña electoral era eso, fundamentalmente humo. Rajoy acaba de descubrir la necesidad del apoyo de la oposición al Gobierno, algo que desconocía hasta hace tres días y medio; está experimentando que la confianza es solo una cuestión de confianza que no ofrece confianza alguna, y empieza a vislumbrar que el programa económico "como Dios manda", se lo está dictando un Dios distinto al que él pensaba: el Dios de los mercados.

El inminente nuevo presidente del Gobierno está a un punto de verificar varias certezas más: los recortes son recortes aunque uno les quiera llamar ajustes; que las promesas electorales, como su propia palabra indica, son exactamente promesas hechas en tiempo de elecciones; y que los compromisos adquiridos son etimológicamente compromissum, o sea la disposición a una misión, no la seguridad de alcanzarla.

Dejar de fumar es fácil, decía Mark Twain. Él lo había hecho en más de cien ocasiones. Hacer oposición también, Rajoy lo ha hecho durante siete años. Es fácil fumarse un puro mientras ves pasar el cadáver de tu enemigo, lo difícil es descubrir que, en la actualidad, gobernar, al igual que fumar, mata. Políticamente hablando.

FUENTE: https://elpais.com/diario/2011/12/13/andalucia/1323732128_850215.html