Por: Héctor Silvestre hijo (hbss30@hotmail.com)
Los últimos trece años han sido de gran retroceso para la clase media en la República Dominicana.
Con el estallido de la Crisis Bancaria de 2003, que dio como resultado una crisis económica sin precedentes; Crisis Financiera Mundial de 2008, que nos trajo una significativa disminución de las remesas. También la inversión extranjera directa y el flujo de turistas se vieron significativamente disminuidos. A todo esto hay que sumarle alrededor de once azarosas "Reformas Fiscales", que no han sido más que un vulgar aumento de los impuestos para mantener botellas y sueldos lujosos desde el Estado, la clase media dominicana ha convertido en el dedo malo: ¡TODO SE LE PEGA!
En la época actual, en los ensanches y residenciales, muchas casas y apartamentos tienen un letrero de solo dos palabras: SE VENDÉ; la razón: no hay liquides.
Terrenos y propiedades en hipoteca, disminución del valor de la moneda, aumento de precio en los artículos de primera, segunda, tercera y hasta la milésima necesidad; por sólo mencionar unos cuantos, de un extenso listado de problemas. En buen dominicano: ¡ESTAMOS QUEBRADOS!
Los que manejan, y han manejado, el Estado Dominicano, obviamente con sus excepciones, en su afán por degradar la vida y la dignidad de los sectores trabajadores y progresistas, han descuidando hasta lo más elemental para el desarrollo de los pueblos: LA EDUCACIÓN.
Muchos padres se han visto "obligados" a pagar las altas tarifas de los colegios privados.
Por ahí vienen la entrega de notas de los estudiantes. El que no este al día no podrá conocer los resultados que miden el desempeño de sus hijos. La situación es estresante, ¡esto esta de asfixie!
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