martes, 25 de noviembre de 2014

Entrevista a: Julio Ramírez, Luis F. Cartagena y Héctor Silvestre, Delegados del PRSD ante la COPPPAL, en "Es Asi con Luis Miguel De Camps"

Julio Ramírez, Luis F. Cartagena y Héctor Silvestre, Delegados del PRSD ante la COPPPAL, en entrevista con Luis Miguel De Camps:
https://www.youtube.com/watch?v=YCTFDU7UXZE&feature=youtu.be

Junto a Ricardo Polanco y Julio Ramírez, en representación del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), en la XXXII Reunión Plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, COPPPAL, en Nicaragua.

Ana Aronskind, del Partido Justicialista de Argentina, y Presidenta de COPPPAL- Juvenil toma juramento de Héctor Silvestre como nuevo Secretario General Adjunto.



viernes, 21 de noviembre de 2014

GRANDES BIOGRAFÍAS: NAPOLEÓN BONAPARTE

NAPOLEÓN I (Napoleón Bonaparte) Emperador de los franceses (Ajaccio, Córcega, 1769 - Santa Helena, 1821). Nacido en una familia modesta de la pequeña nobleza de la isla de Córcega —recién incorporada a Francia—,  Napoleón siguió la carrera militar como becario, graduándose en la Academia de París en 1785. Tras el triunfo de la Revolución francesa (1789) simpatizo con el nuevo régimen. En 1793 conoció a Robespierre y se adhirió al partido jacobino. En aquel mismo año adquirió notoriedad militar, al encargársele el mando de la artillería francesa en el asedio contra Tolón (ocupada por los británicos); el éxito de la operación le valió el ascenso a general. Más tarde, su prestigio se consolida con el mando de la campaña de Italia (1796) que, concebida como una mera maniobra de distracción en la guerra contra Austria, fue llevada con tal éxito por el joven general que le hizo dueño de todo el norte de Italia y llegó a amenazar Viena, obligando a los austriacos a la rendición....batallas victoriosas como las de Mondovi, Lodi, Arcole, Rivoli y Bassano acabaron llevando a la Paz de Campoformio (1797), que otorgó a Francia la orilla izquierda del Rin y un Estado satélite en el norte de Italia (la República Cisalpina). Napoleón fue recibido en Francia como El Salvador de la República.

Napoleón desembarcó en Alejandría en 1798 y luchó con suerte desigual contra turcos y mamelucos; pero Nelson le cortó la retirada al hundir la flota francesa en Abukir, y Napoleón prefirió regresar a Francia dejando a sus tropas abandonadas en Oriente Medio (1799). Sin embargo Bonaparte se las ingenia para que su imagen no se vea afectada y se une a un grupo conspirador que provoca el golpe de Estado de 1799. 

Napoleón se erigió enseguida en el hombre fuerte de la nueva situación, que se diseñó como una dictadura personal conservadora, encaminada a salvaguardar algunas conquistas esenciales de la Revolución. La dictadura, apoyada en la primacía de los notables, se institucionalizó con la llamada Constitución del año VIII (1799), en la que formalmente el país quedaba gobernado por un triunvirato que presidía el propio NAPOLEÓN como primer cónsul.

Desde el poder Bonaparte pacífica el país y realiza importantes reformas de orden interno: normaliza las relaciones del Estado francés con la Iglesia (Concordato de 1801), promulgación del Código Civil de 1804, puso en pie un sistema educativo público laico y eficaz, reorganizo la administración de la justicia estableciendo una jerarquía única de tribunales estatales, creo el Banco de Francia (1800) e impuso el franco como unidad monetaria nacional (1800). Napoleón decreta el carácter vitalicio del Consulado en 1802, dos años más tarde, 1804, se proclama emperador e hizo coronar a otros miembros de la familia Bonaparte como soberanos de Estados satélites: en Nápoles (Murat), España (José I), Westfalia (Jerónimo) y Holanda (temporalmente entregada a su hermano Luis); reorganizó Suiza convirtiéndola en un Estado dependiente de Francia; reorganizó Alemania en 1806, estableciendo el protectorado francés, en la llamada Confederación del Rin. Vence a Rusia en Friedland (1807). El imperio napoleonico ya controla prácticamente toda la Europa occidental, pero choca con el poderío naval de Gran Bretaña, en la batalla de Trablegar, 1805; intento entonces rendir a Gran Bretaña mediante un BLOQUEO CONTINENTAL, (Decreto de Berlín, 1806). El objetivo del "BLOQUEO" era aislar a los ingleses de los mercados aledaños, pero los perjuicios fueron mayores para los comerciantes europeos.

La invasión de España (1808) dio lugar a una insurrección permanente en la península Ibérica, con una lucha guerrillera que absorbería grandes recursos humanos y financieros del imperio. En Rusia, luego de tomar Moscú, el Gran Ejército tuvo que retirarse ante la estrategia rusa de "tierra quemada". Aquello fue un desastre, el clima, las grandes distancias y el acoso enemigo diezmaron a los franceses (1813).

Una gran coalición de todos los enemigos de Napoleón (con Rusia, Austria, Prusia t Gran Bretaña a la cabeza) acabó por consolidarse y derrotarle en la batalla de Leipzig (1813): el emperador tuvo que retirarse, mientras veía esfumarse su poderío en el resto de Europa. En 1814 los aliados toman París y Bonaparte era obligado a abdicar. Se le confinó en la isla mediterránea de Elba. En Francia, la monarquía es restablecida en la persona de  Luis XVIII. Más tarde Napoleón escapa de su confinamiento y desembarca en Cannes, reuniendo a sus fieles en apoyo del llamado Imperio de los Cien Días (1815). El rey huyó y Napoleón se colocó de nuevo al frente del Estado y del ejército, preparándose de inmediato para el combate contra los aliados, que lo derrotan en la batalla de Waterloo (Bélgica), bajo el mando de Wallington.

Napoleón fue desterrado en peores condiciones a la lejana isla de Santa Helena (océano Atlántico), bajo control británico. Allí permaneció hasta su muerte, viendo deteriorarse su salud gradualmente, al tiempo que dictaba al conde de Las Cases unas memorias en donde interpretaba su labor como un intento de continuar y consolidar la obra de la Revolución de 1789; añadiéndole una idea de orden y extendiéndola por el resto de Europa.

FUENTE: Protagonistas de la Historia, Editorial Espada Calpe, S.A., págs. 490-493.


sábado, 15 de noviembre de 2014

GRANDES BIOGRAFÍAS: MAXIMILIEN DE ROBESPIERRE (fragmento)

Maximilien de Robespierre. Político de la Revolución francesa que instauró el régimen del terror (Arras, Artois, 1758 - París, 1794). Procedente de la pequeña nobleza del norte de Francia, se hizo abogado. Sus escritos muestran la influencia de las ideas de Rousseau.

Robespierre se erigió en defensor de las ideas liberales y democráticas más avanzadas. Hombre íntegro, virtuoso y austero (recibió el sobrenombre de el Incorruptible). Fue uno de los líderes más destacados del Club de los Jacobinos, que agrupaba al partido revolucionario radical. Tras la toma del poder, principios de 1790, Robespierre se convirtió en el "hombre fuerte" e impuso una sangrienta represión para proteger la Revolución, creando un amplio sistema de delación extendido por toda Francia mediante 20,000 comités de vigilancia. En 1794 eliminó físicamente a la extrema izquierda (partidarios de Hébert) y a los revolucionarios moderados (los indulgentes de Danton y Desmoulins), al mismo tiempo perseguía sin piedad a toda clase de contrarrevolucionarios, monárquicos, aristócratas, clérigos, federalistas, capitalistas, especuladores, rebeldes, traidores y desafectos (hasta 42,000 penas de muerte en un año).

Adopto medidas sociales encaminadas a ganarse el apoyo de las masas populares urbanas. Quiso recuperar la religión como fundamentó espiritual de la moral y del Estado.

El éxito obtenido en la batalla de Fleurus (1794), que detuvo el avance de los ejércitos austríacos y prusianos hacia París, culminó la obra de Robespierre poniendo a salvo el régimen revolucionario; pero fue también el inicio de su caída, pues al desaparecer la situación de emergencia resultaba aún más injustificados los excesos del Terror.

Una coalición de diputados de diversas tendencias obtuvo de la Convención el cese y arresto de Robespierre y sus colaboradores en el Comité. Más tarde fue juzgado por sus propios métodos, fue guillotinado junto con 21 de sus partidarios en la plaza de la Revolución, poniendo fin al Terror y dando paso a un periodo de reacción hacia posiciones moderadas.

FUENTE: Protagonistas de la Historia (1999), Editorial Espasa Calpe, S.A.


martes, 11 de noviembre de 2014

CONSTITUYENTE CONTRA LA CORRUPCIÓN

No, no tengo corruptos preferidos. Tampoco temo coincidir con empresarios perversos e insaciables ni con embajadores imperiales porque tengo claro, muy claro que ellos si tienen sus propios corruptos.

Sé que el modelo de sociedad produce, reproduce y protege a la delincuencia.

Sé, que aún sin las perversiones personales, el sistema expolia, empobrece y produce acumulación de riquezas desproporcionadas e injustificables.

Sé que el empobrecimiento continuo de nuestras naciones; el crecimiento incesante de la deuda, el robo del patrimonio social y la apropiación privada de los recursos naturales formalizados en nuestra legislación y validados por las instituciones del Estado es peor que la más descarada forma de violación a la Ley.

Sé que el modelo es más corrupto que los corrompidos burócratas que lo administran.
Sé esto y mucho más.

Pero me anima la posibilidad de ver juzgados a algunos de los más connotados delincuentes politiqueros, aún sea por una justicia hija de la corrupción y al servicio al servicio de esos mismos corruptos.

No, no creo en la pureza de las intenciones de nadie.

Sin embargo saludo la decisión de actuar, independiente de los motivos.
Que hay otros corruptos no es un secreto para nadie.

Que en todos los estamentos de la política, en todas las instancias de la burocracia estatal, en el empresariado, en la adocenada y servil dirigencia sindical, en la cúpula de las iglesias y en numerosas organizaciones sociales hay corrupción: Cierto.

Sin embargo hay una mentira, repetida desde tiempos inmemoriales, que tenemos que derrotar: NO ES VERDAD QUE TODOS LOS DOMINICANOS SON CORRUPTOS.

Lo dicen y repiten quienes sí lo son. Quienes reproducen, estimulan y defienden la corrupción.

¡Qué nadie tenga corruptos preferidos!

¡Que ningún perverso se justifique en la perversidad ajena!

Avancemos hacia una Constituyente por Voto Popular que rescate la soberanía del pueblo, recupere el patrimonio y transforme las instituciones del Estado.

Construyamos un dique de contención a las desmedidas ambiciones de los grupos de poder y de los politiqueros que les sirven.

¡Sólo el pueblo salva al pueblo!

¡Constituyente por voto popular!

¡Así sea!
FOTO: Luis Carvajal (izquierda) y Hector Silvestre Hijo, Bahía de la Águilas, octubre 2014.