Por: Héctor Silvestre hijo
Cuando Adolfo Hitler encabezó un intento de golpe de Estado, en una cervecería de Munich, Alemania, el 8 de noviembre de 1923, una jarra de cerveza costaba nada más y nada menos que mil millones de marcos, como resultado de la hiperiflación alemana que inició en 1921.
Un emotivo Hitler, encaramado en una silla y acompañado por cientos de partidarios y por miembros de las SA, mejor conocidos como los «camisas pardas», exclamó: "la revolución nacional ha comenzado!".
Hitler fue arrestado y condenado a 5 años de cárcel por traición.
FOTO: La cervecería donde comenzó el Putsch
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