Por: Joaquín Balaguer
"Cruzando muchas veces, como un viajero errante,
las calles populosas de alguna gran ciudad,
en ti se detuvieron mis ojos un instante,
uno y otro impulsados por la misma ansiedad.
Quizá nunca supiste lo que aquel caminante,
como hoja sacudida por una tempestad,
pensó, cuando pasaste, tan cerca y tan distante,
con las almas heridas por igual soledad.
Mujer desconocida que pasaste a mi lado,
es posible que fueras la mujer que he buscado,
mas te hallé cuando estaba con los ojos ya muertos.
La ley de mis amores es que sueñe y aguarde,
nunca te hubiera visto con los ojos despiertos
porque toda mi vida siempre he llegado tarde".
No hay comentarios:
Publicar un comentario