Por: Héctor Silvestre hijoHoy quiero compartir la primera parte de un controversial discurso pronunciado por el Dr. Peña Gómez y recogido en una publicación realizada por el Comité Seccional de los Estados Unidos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el año de 1984 y que forma parte de los archivos históricos de un importante dirigente político dominicano y gran amigo (el cual nos reservamos su nombre) y que lo puso a nuestra disposición.
Aquí les dejo, pues, la primera entrega, de un total de cinco, de esta curiosa ponencia del Dr. José Francisco Peña Gómez:
"Si hay un político en este país que ha demostrado con sus hechos una incapacidad total para la convivencia política, ese es el profesor Juan Bosch.
Si a alguien se le puede conferir el título de Gran Maestro de las Divisiones Dominicanas, ese es el profesor Juan Bosch.
En el año 1961, quienes constituimos el Partido Revolucionario Dominicano en el país, no conocimos las artimañas y las trampas que se utilizan dentro de un partido político para anular potenciales rivales hasta que vimos entrar en escena al profesor Juan Bosch y a lo largo de muchos años lo vimos, también, liquidar uno por uno a todos los hombres que compartieron junto a él las mas altas responsabilidades de dirección.
La primera gran victima del intolerante e implacable profesor Juan Bosch fue el viejo patriarca del partido Buenaventura Sánchez Féliz, electo candidato a la Vicepresidencia de la República por la misma convención que proclamó a Bosch candidato a la Presidencia en el año 1962.
Hombre desconfiado y mal amigo, sospechó que su viejo compañero Buenaventura Sánchez lo traicionaría y se negó a concurrir a las elecciones llevándolo como candidato a la Vicepresidencia; fue aquella la segunda gran crisis del PRD, puesto que la primera fue la separación de Nicolás Silfa.
En una reunión que se celebró en la actual local del Partido de la Liberación Dominicana, un grupo de dirigentes del PRD de aquella época, consumimos una noche entera tratando vanamente de convencer al Prof. Juan Bosch de que aceptara la postulación pero él se empecinó en declarar que de ninguna manera admitiría ser candidato presidencial acompañado del compañero Buenaventura Sánchez como candidato vicepresidencial.
Cuando le preguntamos el por qué de aquella negativa, Bosch respondió: "Es que Buenaventura me mata para quedarse con la Presidencia". Allí mismo el compañero Ángel Miolán, leal hasta la muerte y expeditivo y práctico, propuso la celebración de una convención que fue convocada rápidamente con dos delegados por cada municipio -en vez de los cinco que habían concurrido a la primera -y fue así que la segunda convención del PRD se celebró inmediatamente, proclamó conforme a un titular de la prensa de aquella época, a "un joven médico de Imbert" candidato a la Vicepresidencia de la República; se trataba del Secretario de Disciplina, el doctor Segundo Armando González Tamayo.
Hay que imaginar la impresión que aquel hecho dejó en el ánimo de un jovencito de veinte y tantos años como lo era yo, que comenzaba a desentrañarle los secretos a la política.
Meses después de ejercer la Presidencia de la República, escuché al presidente Bosch una mañana en su casa, decirle al Presidente del Partido -que lo era Ángel Miolán -que nombraría al Secretario General del PRD, Dr. Washington Aníbal de Peña como embajador itinerante en África, a pesar de que la República Dominicana no tenia relaciones con ningún país africano.
Washington Aníbal de Peña era un joven de criterios políticos independientes, era un orador fogoso y su voz guardaba reminiscencias con la de Fidel Castro.
En aquella época, Juan Bosch y los lideres del PRD que vinieron del exilio eran muy antifidelistas y las damas ligadas a los dirigentes del partido y al gobierno aborrecían al Dr. De Peña porque lo juzgaban ambicioso y su voz parecía a la de Fidel. Juan Bosch no le perdonó el discurso elocuente y arrebatador que pronunció en Maimón de Puerto Plata durante la campaña electoral o provocó el entusiasmo de los campesinos, quienes sacudían las cabezas en señal de entusiasmo y aprobación.
Después del largo discurso del Dr. De Peña habló Juan Bosch con su oratoria cansona y fría y los campesinos se fueron marchando en pequeños grupos hasta que Bosch prácticamente se quedo solo. Lo ví crispar el puño y enrojecer de indignación y aquella mañana -meses después -cuando mandó al Dr. De Peña a cazar leones a las selvas africanas, mi memoria fotográfica evocó el recuerdo del discurso de Maimón y me convencí de que a Washington Aníbal de Peña le ajustaron la cuenta. Fue entonces cuando fui designado Secretario General del Partido, en pleno gobierno del PRD, precisamente en sustitución del Dr. De Peña, exiliado por su propio gobierno."
Continuará...
FUENTE: DISCURSOS HISTÓRICOS DOCTOR JOSÉ FRANCISCO PEÑA GÓMEZ en relación a los últimos acontecimientos políticos-nacionales, año 1984, Comité Seccional de los Estados Unidos, págs. 1 y 2.
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