Por: Héctor Silvestre hijo (hbss30@hotmail.com)
Los cabecillas de esos grupos, de baja calidad moral y de escasos principios, se dan el lujo de pagar una costosa educación para sus hijos, hijas y nietos. Con dinero robado, por supuesto. Esa capacidad les añade valor agregado a sus descendientes: los futuros miembros de la oligarquía corrupta nacional.
Esos jóvenes son "afortunados". Desde su nacimiento se alimentan bien, ropa de marca y caros juguetes. Estudian en colegios bilingües, dominan varios idiomas. Acuden en lujosos vehículos a la universidad y realizan maestrías y doctorados en el extranjero.
El joven tradicional dominicano, con generalidad, debe trabajar para poder costear sus estudios superiores. Lo que es una verdadera barbaridad y una injusticia de marca mayor.
Los hijos de los TUTUMPOTES, como los llamaba el profesor Juan Bosch, llegan en sus jeepetas, buena música, lentes de sol, frescos y sonrientes a los campus universitarios. Pero en el otro lado de la moneda social los hijos de MACHEPA llegan en vehículos públicos, con la camisa rota, porque se les engancha de una puerta, sudados, con cierto sofoque por las altas temperaturas y con significativo retraso porque deben cumplir un estricto horario en la empresa la cual laboran por un mísero salario.
En países como Alemania, por ley, los padres deben financiar los estudios de sus hijos, desde el nivel inicial hasta maestría. En República Dominicana ocurre todo lo opuesto.
El Estado dominicano se negó, por muchos años, al simple hecho de aumentar la inversión en el sector Educación, actualmente un 4% con relación al Producto Interno Bruto. No es una cosa de otro mundo, países como Costa Rica, Bolivia y Ecuador invierte por encima de un 5%. Cuba, 12%.
Ese descuido por parte del Estado lo hemos tenido que asumir los dominicanos de abajo.
Por su parte los sectores corruptos que se alimentan del Presupuesto Nacional, con sus relaciones, becas financiadas por el gobierno y dinero sustraído de las arcas nacionales se dan el lujo de proveer la mejor educación académica a sus herederos. En estos términos, no hay dudas, ¡nos llevan ventaja!
William Aglis Pena Dominguez: Una gran verdad..
ResponderEliminarJovanny Espino: Hector Silvestre Hijo, siempre he dicho que ahi radica el problems de ls educación pública.... Si se obligará a que los/as hijos /as de los funcionarios del estado estudiarán en las escuelas públicas, ya se habría resuelto el problema de la educación pero no es así.. Seguimos repitiendo el mismo modelo que hace que las personas menos favorecidas sigan sin grandes posibilidades de crecimiento de ningún tipo
ResponderEliminarJose Luis Vasquez Miliano: No te imaginas en lo que va de historia la cantidad de oportunidades de becas, de privilegios de universidades extranjeras elites que paga el Banco Central, apoya la Cancillería con puestos diplomáticos y bendice el MESCYT con tramites burocráticos muy fáciles a hijos y relacionados de políticos viven bien, de empresarios, de pudientes y banqueros con dinero del erario, que cuando finalizan sus estudios muchos se fugan o se quedan en el exterior con buenos y jugosos salarios al servicio de organismos multilaterales internacionales, y otros regresan al país para continuar con la calamidad y el estado de sociedad donde nuestras riquezas continúen muy mal repartidas y pésimamente distribuidas desde tiempos inmemoriales. Contribuyendo a acrecentar más la brecha entre pobres y ricos.
ResponderEliminarWilliam Aglis Pena Dominguez: Hector salir de la pobreza extrema y de la marginalidad por medios licitos y morales no es una tarea facil, es un tramo duro de recorrer, muchos ni siquiera lo intentan.. Muchos hemos tenido que pagar un precio muy alto en lo familiar y en lo personal.
ResponderEliminarJuan Huggins: Excelente reflexión, dolorosa pero,cierto..
ResponderEliminarNancy Banks: Yo fui una de esas estudiantes hija de machepa,estudié copiando de los libros de mis compañeros y mi madre vendiendo arepas y limpiando el colegio donde estudiaba..pero vi peores q yo,recuerdo ese estudiante que llegaba arrugado con las manos blancas de las marcas del cemento,pues trabajaba en construcción,nunca faltaba,los dos llegamos casi a rastras al final de nuestro bachillerato...fue y es un abuso al pueblo estudiantil..
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